Cuando pensamos en novelas de amor, a lo mejor se te vienen a la cabeza las típicas novelas estilo Corín Tellado, con esas cubiertas que muestran a parejas felices, de miradas cómplices y sonrisas bobaliconas o miradas al infinito (o mejor aún, a cámara) que sin duda están pensando en el ser amado y en qué hacer para recuperarlo después de que su padre/madre/hijo/amante malvado los separaran.
El primero de los libros que enganchan de esta entrada, Travesuras de la niña mala es efectivamente una historia de amor, pero de amor del de verdad. Con su desamor, su decepción, sus idas y venidas, su pasión, su erotismo, su sufrimiento, sus separaciones, engaño y su poquito de odio… porque no puede haber odio sin amor, está claro.
Es una historia con la que cualquiera puede sentirse identificado, si no en los hechos, si en los sentimientos. La contradicción que se sufre cuando uno cree haber olvidado a alguien (porque sabes que no te conviene) pero corres a sus brazos en cuanto vuelve a aparecer (porque no puedes evitarlo). O el sufrimiento cuando alguien te decepciona la primera vez y crees que se va a acabar el mundo.
En definitiva, una historia muy real que narra la relación que se tiene con alguien que te atrapa de tal forma que, aunque te engañe, decepcione y desaparezca, sigue teniendo contigo ese vínculo inevitable, del que no es fácil escapar.
Si todavía no te apetece mucho leerlo, te diré que el libro está plagado de escenas eróticas bastante explícitas que seguro que acaban de despertar tu curiosidad.